la voluntad de cambio es indispensable para la transformación del grupo o del sujeto, si no existe la intención o el deseo de cambio es inútil intentar una transformación ya sea por la persuasión o por el poder, la anterior idea esta muy sabiamente expresada en el mito de Caronte, barquero del
Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos recientes de un lado a otro del río
Aqueronte si tenían un
óbolo para pagar el viaje, razón por la cual en la
Antigua Grecia
los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua. Aquellos que
no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del
Aqueronte, tiempo después del cual Caronte accedía a portearlos sin
cobrar.
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